Los docentes dedicamos mucho tiempo preparando nuestras clases, buscando materiales, libros recursos, etc. y muchas veces no tenemos en cuenta lo más valioso: Las mentes de nuestros estudiantes y la información que ellos han ido almacenando a lo largo de sus vidas. Nuestros estudiantes tienen un montón de conocimientos y experiencias almacenados que podemos aprovechar como punto de partida para que aprendan los nuevos conocimientos.

Que respondan preguntas desde sala de 3: ¿Cómo creen que era la escuela antes?, ¿Cómo estudiarían los niños? ¿Qué cosas tendrían?, ¿Jugarían?, ¿había mesas y sillas en la escuela antes? (considerando eso que les parece conocido como algo lejano, aprender a mirar con otros ojos, la realidad que conocen y complejizar su mirada)

De esta manera, construir una mirada compleja y comprometida de la realidad social iniciar en el – interrogarse acerca de aquello que les resulta obvio; -construir una actitud curiosa e interesada -desnaturalizar su propio punto de vista y, a la vez, reconocer y respetar otros puntos de vista sobre lo social;

Que a partir de fotos y testimonios u objetos puedan ir respondiendo a preguntas: En el caso de la escuela: buscamos fotos de antes de la escuela para irlas respondiendo. Hicimos preguntas para entrevistar a ex estudiantes, a la directora, entre otros. En las preguntas van a surgir ideas reales, creencias y son claves registrarlas para complejizarlas y responderlas. Y no olvidar de armar escenarios lúdicos, juegos dramáticos que permitan que parte de este conocimiento se complejice.