Los lenguajes artísticos – expresivos en los primeros años.
Un docente conocedor, que es sujeto de la extranjería, es un docente creativo, abierto, perceptivo no solo del arte, sino en su manera de percibir el mundo y a los niños/as, que puede ofrecer experiencias y no teme de hacerlo porque puede romper los límites de la creatividad, acepta equivocarse y busca siempre una nueva solución para un nuevo problema. Además porque sabe que ofrecer arte no es sinónimo de proponer una actividad, sino que es ofrecer oportunidades para: imaginar, crear, resignificar el mundo para él bebe, sujeto de derechos.
Desde aquí te contaré porque es necesario salir del mercado de consumidores de un mercado cultural que ofrece material cultural propio de una época, de una moda social o económica, muchas veces ligado a intereses de grandes empresas, que dejan de lado el talento individual o la originalidad, al igual que nos ofrecen materiales acabados que no tienen características estéticas o enriquecedoras sino que nos convierten en consumidores.
Extranjería es abrirte, eso te propongo para tus alumnos o familiares, hacerte participe de otros encuentros con el arte o con otras áreas, pero que necesariamente implica una nueva contemplación de lo conocido y de lo nuevo a conocer. Es como traspasar una nueva frontera hacia lo anti explorado[1]. Una de las cosas necesarias para animarse a adentrarse en la extranjería es voluntad para más y ampliar nuestra percepción.
Por eso es indispensable incluir las artes en la educación, implica niños/as protagonistas de experiencias variadas, que se continúan a lo largo del tiempo, se repiten, se contemplan, que son planificadas, secuenciadas y que les permiten tempranamente a los sujetos participar con múltiples sentidos en un entorno enriquecido y apropiado a ello: poniendo otro tipo de mirada, sentido en ellas en esta nuevo encuentro con la misma.
Como Eisner señala: Desarrolla un tipo de sensibilidad[2] ante las buenas relaciones que se plasman en esa experiencia. A partir del arte nos volvemos cualitativamente más inteligentes porque implican necesariamente “Actúar sobre lo imprevisto”, lo novedoso y en este proceso los logros previstos cambian. El arte hace que los bebes sean sujetos con derechos protagonistas de lo que sucederá mientras contempla, además reconocer que cada encontró con las propuestas implicará una manera nueva de conectarse a través de sus sentidos y su interacción no será un recorrido predecible sino nuevo y no consumista o ligado a lo ya conocido, será una nueva apropiación, pondrá todas sus fuerzas en cambiar, probar, ensayar o reconocer lo que allí suceda. Como el autor indica será un necesario «replanteamiento flexible de propósitos», estableciéndolos en la medida que surgen las oportunidades para aprovechar nuevos rasgos del proceso. Será un camino del que el sujeto será acompañado mediado con brazos, palabras, caricias o miradas de su educador y del que ambos saldrán enriquecidos. A su vez, mediante el arte se dicen cosas que mediante el lenguaje verbal nunca se podrán expresar.
Es así que desde aquí te propongo que el arte sea la puerta a lo inimaginable, al camino por seguir, a un lugar no conocido o nuevo para recrear el conocido en casa, la escuela, el arte deja de ser un patrimonio cultural de unos pocos y se convierte en un patrimonio de todos.
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[1] Instituto de Formación Docente (2017) Clase 1: El arte como derecho de los niños pequeños. Los adultos como mediadores imprescindibles. Módulo: los lenguajes artísticos – expresivos en los primeros años. Especialización Docente de Nivel Superior en Educación Maternal. Buenos Aires: Ministerio de Educación de la Nación.
[2] Instituto de Formación Docente (2017) Clase 6: Educación estética en maternal, espacios, objetos y intervenciones. Módulo: los lenguajes artísticos – expresivos en los primeros años. Especialización Docente de Nivel Superior en Educación Maternal. Buenos Aires: Ministerio de Educación de la Nación.